Dandelion: el proyecto de
los diseñadores florales llega a Menorca
Creo que lo más bonito de Dandelion es que es un proyecto que nace de la pasión adulta e inspiracional de querer expresar a través de las flores. Nadie del equipo es florista de profesión: somos un abogado, un diseñador gráfico y un diseñador industrial. Esto quiere decir que toda la formación que hemos hecho durante estos años ha sido con una dedicación e interés genuinos, no como cuando estudias de joven, que la mitad de las cosas que aprendes te dan igual.
Yo no soy florista, ni artista floral —como a muchos les gusta decir. Soy diseñador floral. Cuando compones un ramo, las flores se convierten en los ingredientes de tu receta, pero tú decides qué sabor quieres extraerles: el color, la forma, el volumen, el tamaño, la textura… en cada composición influye más un aspecto u otro. El resto de las decisiones mentales son las que lleva a cabo cualquier diseñador, en cualquier disciplina, no hay mucha diferencia.
Lo que sí es verdad es que para diseñar con flores tienes que tener “cintura”, ya que las flores no son elementos estables, están vivas; nunca son, ni hay dos iguales y son muy caprichosas, hay días en que simplemente deciden no colaborar. Por eso requieren de una mentalidad flexible, además de un ojo entrenado: siempre estás en la cuerda floja, a un paso de caer en lo cursi o lo hortera.
Por último, no subestimemos el poder de las flores, esas grandes olvidadas, en cenas, bodas, eventos y sesiones fotográficas —a las que siempre se les recorta el presupuesto…
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