Arader y La Preservación de la Tradición. Un oficio milenario que llega hasta nuestros días para dotar a la isla de uno de esos elementos más característicos.
Arader Menorca significa muchas cosas. Además de una profesión, significa tradición, artesanía, sostenibilidad, historia, y cultura.
Miguel Gomila es la cuarta generación, que tengan ellos documentada, de artesano Arader. Una tradición milenaria que consiste en trabajar el acebuche, u olivo, silvestres tan característicos y abundantes en la isla, para delimitar y proteger al ganado y a las fincas agrarias de la isla.
Arader y La Preservación de la Tradición. Un oficio milenario que llega hasta nuestros días para dotar a la isla de uno de esos elementos más característicos.
Barandillas que, a lo largo y ancho de la isla, delimitan caminos y barreras que abren y cierran paso a peatones y ganado. Unas guías naturales que nos permiten conocer la isla por su famoso Camí de Cavalls y por otros muchos lugares de Menorca. Su trabajo es mucho más que una valla o una puerta. Cada pieza cuenta una historia, 100×100 artesanal, es un pedazo de Menorca.
Cristine Bedfor
Su oficio se remonta a la colonización romana en el año 123 a.C., siendo los responsables de desarrollar el arado, de ahí su nombre. Miguel y su familia contribuyen a este gusto que existe en Menorca por la cultura, la preservación y el trabajo artesanal.
No saben cuántas toneladas de acebuche utilizan ni cuántas puertas o vallas llevan a sus espaldas, porque ellos no piensan en cifras, piensan en el trabajo bien hecho siendo siempre fieles a las tradiciones y a la historia tan rica y plena que tiene su paraíso.
Arader Menorca significa muchas cosas. Además de una profesión, significa tradición, artesanía, sostenibilidad, historia, y cultura.
Miguel Gomila es la cuarta generación, que tengan ellos documentada, de artesano Arader. Una tradición milenaria que consiste en trabajar el acebuche, u olivo, silvestres tan característicos y abundantes en la isla, para delimitar y proteger al ganado y a las fincas agrarias de la isla.
Barandillas que, a lo largo y ancho de la isla, delimitan caminos y barreras que abren y cierran paso a peatones y ganado. Unas guías naturales que nos permiten conocer la isla por su famoso Camí de Cavalls y por otros muchos lugares de Menorca. Su trabajo es mucho más que una valla o una puerta. Cada pieza cuenta una historia, 100×100 artesanal, es un pedazo de Menorca.
Cristine Bedfor
Su oficio se remonta a la colonización romana en el año 123 a.C., siendo los responsables de desarrollar el arado, de ahí su nombre. Miguel y su familia contribuyen a este gusto que existe en Menorca por la cultura, la preservación y el trabajo artesanal.
No saben cuántas toneladas de acebuche utilizan ni cuántas puertas o vallas llevan a sus espaldas, porque ellos no piensan en cifras, piensan en el trabajo bien hecho siendo siempre fieles a las tradiciones y a la historia tan rica y plena que tiene su paraíso.