Una de sus mayores satisfacciones es compartir. En su filosofía de vida, el intercambio es fundamental. Al unir fuerzas, todos sacamos lo mejor de nosotros mismos y de lo que nos rodea. Esa pasión por compartir se manifiesta en encuentros con amigos y conversaciones enriquecedoras. Así, Cristine se convierte en una host por excelencia, porque esos momentos alimentan su sabiduría y su forma de ver la vida.

Cree firmemente en el trabajo en equipo, y disfruta recomendando lugares, platos, destinos y experiencias especiales: desde un rincón mágico o una puesta de sol única hasta un paseo tranquilo o una tienda de antigüedades que solo vende cubiertos. Son muchos los tesoros que Cristine quiere compartir.

Recibir a otros es para ella una fuente inagotable de experiencias. Con cada encuentro, no solo se nutre personalmente, sino que lo hace cuidando cada detalle. Planifica cada ocasión con dedicación, haciendo que sus invitados se sientan parte de sus pasiones y de sus pequeños grandes descubrimientos.

Desde siempre le ha gustado rodearse de personas y planear eventos: decidir el menú, preparar la mesa, seleccionar la música, y encontrar formas de crear momentos compartidos. Disfruta cada paso de este proceso, desde el primer minuto. Ese es su secreto: disfrutar genuinamente de cada detalle. Y es que, para Cristine Bedfor, como dice el viejo refrán, “compartir es vivir”.