LA HISTORIA DE
LA MÚSICA EN MENORCA
La música ocupa un importante lugar en el ámbito del espectáculo en Menorca, al igual que las fiestas tradicionales, que brindan una variedad única de celebraciones y ayudan a conocer la cultura y la música local.
Varios son los acontecimientos musicales más relevantes del año. Todos ellos presentan, cada temporada, destacadas producciones y figuras de fama mundial: la Semana Internacional de la Ópera en el Teatro Principal de Mahón, uno de los teatros de ópera más antiguos y activos de España (reconstruido en 1829); el Festival de música de verano de Ciudadela, cuyos conciertos son alojados en las principales iglesias y edificios públicos; los Conciertos de la Capella Davídica en Ciudadela; los Festivales Internacionales de órgano y el Festival Internacional de Jazz.
Cristine Bedfor
La música popular menorquina
La música popular menorquina ha desempeñado una función social fundamental, acompañando las labores del campo, celebraciones y costumbres. Forma parte de los valores de la sociedad menorquina y ha sido transmitida de generación en generación, convirtiéndose en la banda sonora de las fiestas patronales y de los momentos más festivos del año.
Mallorca y Menorca están mucho más entremezcladas en sus prácticas y acervos que el resto de las islas Baleares.
El folclore de Menorca tiene una huella anglosajona que se manifiesta tras la ocupación británica durante casi todo el siglo XVIII: las tradiciones ecuestres vinculadas a la fiesta de San Juan en Ciudadela o las danzas escocesas de la localidad de Es Castell, son una buena prueba de ello.
Menorca posee un repertorio folclórico muy rico de danzas, música vocal (glosas) e instrumentación: la formación instrumental que solía acompañar el baile payés, formada por el flabiol (pequeña flauta de cinco orificios), el tamboril y la gaita, ha tendido a ser sustituida por una agrupación más convencional de guitarras, bandurrias, castañuelas y ferreguins (triángulo), a los que a menudo se añade un violín.
El baile más célebre es el fandango, de ritmo y movimiento rápido. La jota es un baile vivo y vigoroso pero de tipología muy diversa; casi cada pueblo de Menorca tiene su propia jota. Especialmente elegante y señorial es el bolero, que tiene un ritmo más reposado y bien marcado por las castañuelas. A algunos boleros se les llama “parado” por su final inesperadamente abrupto, en contraste con el suave fluir rítmico del resto del baile.
Ana Carbajal
ANA CARBAJAL: Musicóloga, profesora (Universidad Antonio de Nebrija) e investigadora de la UCM (Universidad Complutense de Madrid)
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